Al menos 104 trabajadores de la salud y 44 maestros han fallecido en Nicaragua con síntomas relacionados con la pandemia de COVID-19, informaron este domingo fuentes relacionadas con los gremios médicos y magisterial.
Los sanitarios y docentes reportados como fallecidos forman parte de una lista de 2.626 personas que han muerto con signos asociados con el coronavirus, recientemente divulgada por el Observatorio Ciudadano COVID-19, compuesto por una red de médicos y voluntarios que registran casos de este tipo en toda Nicaragua, y que los clasifican como “sospechosos” debido a las restricciones que existen en el país para comprobar la presencia de la enfermedad.
De acuerdo con el Observatorio, unos 778 trabajadores de la salud han padecido coronavirus en Nicaragua, donde las actividades cotidianas, como la educación formal, no han sido suspendidas.
El Observatorio Ciudadano detalló que, de los 104 sanitarios fallecidos, 45 eran médicos, 24 era personal de enfermería, 14 administrativos, 8 de laboratorio, 3 visitadores médicos, 3 odontólogos y 7 fueron registrados como “otros”, incluyendo personal de apoyo y de enfermedades de transmisión por vectores.
Por su parte, la Unidad Sindical Magisterial, que confirmó la muerte de profesores fallecidos con síntomas de COVID-19, advirtió que la cantidad podría aumentar, ya que los docentes son “obligados” a asistir a las escuelas independientemente de su estado de salud, y quienes están sanos son “acallados” bajo amenaza de despido.
La presidenta de la Unidad Sindical Magisterial, Lesbia Rodríguez, brindó detalles de un caso en Managua, en el que un maestro fue enviado de emergencia desde su aula de clases hacia un hospital, donde fue intubado, pero no sobrevivió, y luego sus colegas fueron reprendidos por informar del caso a los padres de familia.
“¿Ahora qué dice el Ministerio de Educación, será que está preocupado por salvaguardar la vida de los estudiantes y profesores?”, se preguntó Rodríguez, quien insistió, al igual que los médicos, en que las clases sean suspendidas para reducir el riesgo de muertes a causa de la pandemia.
El Gobierno del presidente Daniel Ortega ha tomado mínimas medidas de prevención, a la vez que promueve aglomeraciones, con base en la llamada “estrategia singular”, que dice ser un equilibrio entre la salud y la economía.
El Ministerio de Salud de Nicaragua ya ha reconocido la muerte de 128 personas a causa de COVID-19.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), así como sus dependencias que velan por la salud y los derechos humanos, han reiterado sus preocupaciones por cómo es manejada la pandemia en Nicaragua.