«Urabá no es la periferia, es el corazón de una nueva Antioquia».
Empezó con una reunión entre la alcaldesa de Chigorodó, Tulia Irene Ruiz, y el equipo del IDEA. Se compartió una visión de desarrollo con enfoque territorial y social. Luego, se visitó la I.E.M. José de los Santos Zúñiga, que será beneficiada con el proyecto de adecuación de cocinas y comedores escolares. Alimentación digna para la niñez.
Por: César Asprilla «El Maestro»
Urabá, Antioquia — 12 de junio de 2025
Con cucharón en mano y una visión clara, el Instituto para el Desarrollo de Antioquia (IDEA) está cocinando algo más que alimentos: esperanza, dignidad y oportunidades. En una apuesta decidida contra la desnutrición infantil, el IDEA ha desplegado una ambiciosa estrategia de inversión pública que ya beneficia a 15 instituciones educativas del Suroeste y Oriente del departamento, con una inversión superior a los $6.122 millones.
Este esfuerzo, enmarcado dentro del programa Antioquia sin Hambre, comenzó con un convenio entre el IDEA, la Secretaría de Educación Departamental y la Fundación Fraternidad Medellín, logrando el mejoramiento integral de cocinas y comedores escolares en zonas rurales golpeadas por la precariedad.
Pero el impacto no se detiene allí.
En la región de Urabá, históricamente relegada pero estratégica para el país, el IDEA avanza con fuerza. La Gerente General, Catalina Gómez Toro, lideró una visita institucional para entregar el primer proyecto piloto en la Institución Educativa El Osito de Apartadó, donde se inauguró una cocina escolar moderna financiada junto con Fundaunibán. Esta obra beneficiará directamente a 120 estudiantes y a más de 400 personas de la comunidad educativa.
«Urabá no es la periferia, es el corazón de una nueva Antioquia», afirmó Gómez Toro, subrayando que esta subregión enfrenta la segunda mayor tasa de desnutrición aguda infantil del departamento.
Chigorodó y Carepa: Escuelas que claman atención
Durante el recorrido, el equipo técnico del IDEA identificó necesidades urgentes en instituciones como la IE José de los Santos Zúñiga de Chigorodó, que atiende a más de 1.000 estudiantes con un comedor limitado en espacio y recursos. En la sede Lacides Casas Mena, de la IE Los Andes, más de 500 niños se alimentan en espacios improvisados, sin cocina ni comedor escolar. Pese a tener un lote disponible, la comunidad necesita respaldo institucional para materializar el proyecto.
La alcaldesa de Chigorodó, Tulia Irene Ruiz García, no dudó en calificar estas alianzas como “clave para mejorar la calidad de vida de nuestra población y cumplir el plan de desarrollo municipal”.
Además de la infraestructura alimentaria, el IDEA, a través de su filial Valor +, avanza con un programa de conectividad rural sin precedentes. Con tecnología Starlink, se están conectando 20 resguardos indígenas, 6 comunidades afro, 133 centros de salud y 140 sedes educativas piloto.
“Con internet llega la educación, la información y la igualdad de oportunidades”, expresó uno de los rectores durante la jornada.
Un mensaje claro: la inversión social sí transforma
Desde el IDEA se envía una señal contundente: no hay desarrollo sostenible sin inversión social. “Mientras se habla de crecimiento macroeconómico, aquí en Urabá, dos de cada cinco hogares viven en inseguridad alimentaria severa. Es urgente actuar con sentido de justicia territorial”, enfatizó Gómez Toro.
Con esta cruzada por los comedores escolares y la conectividad rural, el IDEA reafirma su propósito de transformar la vida de miles de niños y niñas, construyendo una Antioquia que empiece por lo esencial: un plato lleno, una escuela digna y una conexión al futuro.