Un juez abrió formalmente el desacato ante el representante legal de la fiduciaria por poner en riesgo la vida de docente de Cimitarra.
La historia es desoladora, luego que la docente santandereana ingresara a la Foscal en Floridablanca por una fractura del brazo.
Los médicos nunca explicaron por qué la situación empeoró luego de ser atendida, esto debido a que tuvo un infarto; y paso seguido le dio un accidente cerebrovascular motivo por lo que duró un mes en UCI.
Ahora completó otro mes hospitalizada, y la quieren remitir a su casa en Cimitarra a 4 horas de Bucaramanga. Esto sin los requerimientos médicos que necesita, aún en recuperación y sin saber por qué la fractura le desencadenó las complicaciones de salud.
La familia de la docente de 56 años tuvo que arrendar un apartamento en Floridablanca, y sin los recursos suficientes prácticamente de un momento a otro les tocó empezar a vivir en el área metropolitana de Bucaramanga.
“La Fiduprevisora pidió el egreso, aunque no habían entregado los insumos. El juez habia ordenado en tres ocasiones que tuviera enfermera 24 horas no han hecho caso, y 3 ocasiones le ha faltado al juez”, explicó uno de los familiares.
Ahora la Procuraduría y la Fiscalía pidieron configurar el desacato. María Eugenia Delgado Álvarez del Juzgado Cuarto de Pequeñas Causas y Competencias Múltiples de Floridablanca, le ordenó a la Fiduprevisora darle a la docente tres meses de servicios médicos domiciliarios las 24 horas del día.
Sin embargo, la fiduciaria le ordenó a la Foscal solo darle 12 horas de atención domiciliaria durante un mes.
“La juez abrió formalmente el desacato ante el representante legal de la Fiduprevisora y podría ser sancionado o tener detención domiciliaria, si no da cumplimiento a lo ordenado”, advirtió uno de los familiares de la profesora hospitalizada.
El proceso es uno de los más avanzados a nivel nacional con un juez que orden el incidente de desacato a la Fiduprevisora por afectaciones al magisterio.
Y hoy en día la jueza le ordenó a la Fiduprevisora que en 48 horas debe cumplir con la atención domiciliaria de la profesora de Cimitarra, tal y como se había acordado en un principio.
“Las cosas siguen igual. No le han dado pañales, pañitos, crema antiescaras, cama hospitalaria y crema humectante. Ni le han asignado la enfermera domiciliaria permanente las 24 horas por tres meses”, agregó Pinzón.