Por: Redacción Educación
El primero de mayo de 2025 se cumplió un año de la implementación del nuevo modelo de salud para el magisterio colombiano, establecido tras la aprobación del Acuerdo 003 de abril de 2024 por parte del Consejo Directivo del FOMAG. Este acuerdo supuso una transformación estructural en la forma en que se contratan y prestan los servicios de salud a los docentes del país, y significó el fin de más de 34 años de contratación vertical manejada directamente por la Fiduprevisora con diez operadores.
Según FECODE, este cambio abrió la puerta a una nueva lógica: libre elección, mayor accesibilidad y enfoque territorial. Sin embargo, también ha estado marcado por dificultades operativas, denuncias de fallas administrativas y exigencias sin resolver. Desde entonces, el sindicato ha realizado un seguimiento detallado, con plantones, mesas de trabajo y presión constante sobre la Fiduprevisora, entidad encargada de la implementación del modelo.
“Atrás quedaron los paseos de la muerte y la verticalidad de los contratos. El objetivo es que el maestro y su familia accedan al servicio de salud sin trabas ni exclusiones”, declaró FECODE en su espacio de información.
Entre los avances más destacados se menciona la implementación —por primera vez— del modelo de Seguridad y Salud en el Trabajo para el magisterio, así como mejoras evidentes en algunos departamentos en la atención médica y cobertura. Sin embargo, persisten serias falencias: dificultad para agendar citas, demoras en la entrega de medicamentos, aplazamientos en cirugías, y un sistema de autogestión virtual que no cumple con su función.
FECODE señala que el portal de autogestión «HORUS» no funciona adecuadamente, lo cual obliga a los maestros a desplazarse físicamente hasta las sedes para trámites que deberían poder hacerse en línea, generando filas, pérdida de tiempo y frustración generalizada.
El 30 de abril de 2025 vencieron 64 contratos capitados. En respuesta, FECODE envió una carta formal a la Fiduprevisora exigiendo la prórroga de estos contratos hasta julio y una transición organizada. El sindicato reclama también que se garantice la continuidad en cirugías, tratamientos, medicamentos y demás procedimientos, mientras se define una nueva red nacional de prestadores de servicios y gestores de medicamentos.
Otra de las alertas críticas lanzadas por FECODE es la distribución de usuarios en redes de prestadores aún inexistentes, con base en criterios georreferenciados. Esta medida, afirman, viola el Acuerdo 003 y pone en riesgo la prestación real del servicio a miles de usuarios.
FECODE ha reiterado que la salud es un derecho fundamental y no un negocio. En esa línea, el sindicato exige también el pago de deudas por parte de la Fiduprevisora a contratistas de eventos YPGP, gestores de medicamentos y docentes con viáticos pendientes. La deuda económica y moral con el magisterio, asegura la federación, debe ser saldada cuanto antes.
En su declaración pública, los voceros Cristian Rey y Georgina Arroyo, con el respaldo del Comité Ejecutivo, han reafirmado que la organización seguirá ejerciendo vigilancia y presión para garantizar que el modelo no solo se consolide, sino que funcione efectivamente en cada rincón del país.
“Seguiremos trabajando compañeros, esto nunca se detiene. Queremos que el maestro y su familia vivan plenamente la salud como un derecho, no como un favor”, manifestaron.
El reto inmediato para el gobierno nacional, la Fiduprevisora y las entidades territoriales es claro: garantizar la continuidad del servicio, transparentar la contratación y cumplir lo pactado. Mientras tanto, FECODE insiste en que el modelo necesita más inversión, organización digital y control social.
La salud del magisterio no puede ser moneda de cambio. Debe ser garantía de dignidad y bienestar para quienes forman las futuras generaciones del país.
