Su muerte se suma a la de otros docentes, como Daniel Esteban Raigoza Castañeda, asesinado en Turbo el pasado mes de enero
La comunidad educativa de Antioquia y Colombia se encuentra de luto tras el asesinato del docente Jorge Enrique Cano Jaramillo, ocurrido el 7 de febrero de 2025 en el municipio de Santo Domingo, Antioquia. Cano Jaramillo laboraba en la Institución Educativa Rural Roberto López y era afiliado a ADIDA y FECODE.
La Asociación de Institutores de Antioquia (ADIDA) emitió un comunicado expresando su enérgico rechazo al crimen y exigiendo a las autoridades competentes esclarecer los hechos, garantizando la seguridad del magisterio. A su vez, la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE) se sumó a la denuncia, recordando que este lamentable suceso se suma a otros actos de violencia recientes contra docentes en el departamento.
FECODE ha solicitado a la Fiscalía General de la Nación la pronta investigación y judicialización de los responsables. Asimismo, ha instado a la Gobernación de Antioquia, la Secretaría de Educación Departamental y el Ministerio del Interior a tomar medidas urgentes para la protección de los educadores, quienes continúan siendo víctimas de la violencia en diversas regiones del país.
Este asesinato ha causado profunda conmoción entre colegas, estudiantes y la comunidad educativa en general, quienes recuerdan a Jorge Enrique Cano Jaramillo como un educador comprometido y valioso. Su muerte se suma a la de otros docentes, como Daniel Esteban Raigoza Castañeda, asesinado en Turbo el pasado mes de enero, y los ataques contra Geiver Nair Palacio y Carlos Sarmiento en Fredonia, lo que evidencia una preocupante tendencia de violencia contra el gremio magisterial.
Organizaciones sindicales y de derechos humanos han insistido en que es urgente garantizar la seguridad de los docentes, ya que la falta de medidas efectivas de protección pone en riesgo el derecho fundamental a la educación en zonas vulnerables del país. Además, se ha solicitado que se refuercen las investigaciones y se brinde apoyo psicosocial a la familia del profesor Cano Jaramillo, así como a la comunidad educativa de la I.E.R. Roberto López, sus estudiantes y colegas.
El gremio docente reiteró su llamado al respeto por la vida y la necesidad de reconocer “la escuela como territorio de paz”, insistiendo en que el ejercicio de la docencia debe darse en condiciones de seguridad y dignidad.