“Ese profesor lo contrató una fundación privada. ¿Y qué hace una fundación privada dirigiendo un jardín infantil que es del Estado?”, interrogó Petro con tono enérgico. “Por hacerse un billete, contratan porquería en vez de profesionales para educar a los niños y las niñas”.
✍️ Por César Asprilla – Periodista Educativo
📍 Apartadó Antioquia, 9 mayo de 2025
En medio del lanzamiento de la jornada deportiva escolar complementaria, el presidente Gustavo Petro lanzó un contundente pronunciamiento que puso en el centro del debate educativo una problemática grave y persistente: la tercerización de la educación pública, especialmente en los jardines infantiles del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
El mandatario hizo referencia a un caso reciente ocurrido en un jardín infantil de Bogotá, donde un docente, acusado de violación, no había sido contratado directamente por el Estado ni por el distrito, sino por una fundación privada. Este hecho llevó a Petro a cuestionar con firmeza el modelo de tercerización que permite a entidades privadas administrar servicios esenciales como la atención a la primera infancia.
“Ese profesor lo contrató una fundación privada. ¿Y qué hace una fundación privada dirigiendo un jardín infantil que es del Estado?”, interrogó Petro con tono enérgico. “Por hacerse un billete, contratan porquería en vez de profesionales para educar a los niños y las niñas”.
El presidente responsabilizó a las políticas neoliberales que, según él, impulsaron la privatización progresiva de sectores clave como la educación pública, permitiendo que jardines, colegios e incluso universidades quedaran en manos de entidades privadas sin los controles ni la formación adecuada.
Desde la Red Estudiantil de Antioquia resaltamos la gravedad de este modelo que desvirtúa el sentido público de la educación, anteponiendo intereses económicos sobre el bienestar de la niñez. La denuncia de Petro también pone en evidencia una falta de cumplimiento dentro del mismo gobierno, ya que —según él— desde hace años ordenó al ICBF el fin de la tercerización, sin que hasta ahora se haya ejecutado completamente.
“Yo di la orden de acabar la privatización de los jardines infantiles del ICBF, y no me han cumplido”, expresó, anunciando una reunión urgente con la directora de la entidad para revisar el incumplimiento.
El mensaje es claro: la educación pública debe ser administrada por el Estado, con responsabilidad, vigilancia y dignidad profesional. La niñez no puede seguir siendo víctima de un sistema donde se terceriza el cuidado y la formación en la etapa más vulnerable de la vida.
Desde los territorios, desde las aulas, desde las organizaciones juveniles y estudiantiles, urge levantar la voz: la educación no se vende, se defiende. Y la vigilancia a este tipo de prácticas debe ser permanente.