El docente también mencionó la intimidación que sufren estudiantes y profesores por parte de grupos que han tomado algunos edificios.
En un hecho que ha generado conmoción y repudio en la comunidad universitaria, se confirmó que una joven fue víctima de abuso sexual en el campus de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. El lamentable incidente ocurrió en la noche del jueves 18 de diciembre, en el edificio de Sociología, y ha puesto en evidencia serias fallas en la seguridad del campus.
El profesor Diego Torres, miembro del Consejo Superior Universitario, confirmó en una entrevista con una emisora radial que el presunto agresor fue capturado y la denuncia fue interpuesta en la URI de Puente Aranda. Según el docente, ni la víctima ni el agresor son estudiantes de la Universidad Nacional, lo que resalta la problemática de acceso indiscriminado al campus.
«Un campus sin control»
Torres denunció que desde hace meses la Universidad ha permitido el ingreso irrestricto de personas externas, lo que ha convertido al campus en escenario de actividades ajenas a la academia, como reuniones políticas, consumo de sustancias psicoactivas y eventos descontrolados. “Todos los jueves hay bacanales, y anoche fue el acabose. No hay control de seguridad, y esto ha llevado a que se presenten hechos tan lamentables como este”, declaró.
El docente también destacó que la seguridad del campus opera con recursos limitados y sin el respaldo necesario para garantizar el orden. Según el personal de seguridad, la apertura del campus ha generado una situación crítica, donde los guardias hacen lo que pueden con las herramientas disponibles, pero sin el poder para tomar decisiones contundentes.
Infraestructura y ambiente deteriorados
Además de la inseguridad, Torres señaló que las constantes actividades no académicas han causado daños significativos a la infraestructura del campus. “El campus, que es patrimonio de todos los colombianos, está siendo afectado. Hemos tenido robos y daños millonarios, y esto no puede seguir ocurriendo”, afirmó.
El docente también mencionó la intimidación que sufren estudiantes y profesores por parte de grupos que han tomado algunos edificios. En su caso personal, denunció haber sido agredido verbalmente por una persona en estado de embriaguez mientras conversaba con personal de seguridad sobre el incidente.
Llamado a la acción
Torres responsabilizó a las autoridades universitarias y gubernamentales por la crisis de seguridad. Indicó que la situación se agravó tras cambios en la administración de la Universidad y decisiones que, según él, han politizado el campus y debilitado su función académica. “No podemos permitir que la Universidad se use para algo diferente a la academia. Necesitamos recuperar la seguridad y la esencia de este espacio”, concluyó.
La comunidad universitaria y el país esperan acciones inmediatas para esclarecer los hechos, garantizar la seguridad en el campus y proteger la integridad de quienes hacen parte de la Universidad Nacional, una institución que ha sido históricamente un baluarte de la educación y la investigación en Colombia.