SIMO
¿No quiere leer?. Escuche aquí este artículo

Bélgica es uno de los primeros países del mundo que tomó una decisión en lo concerniente a la reapertura de los centros educativos. Lo hizo muy probablemente guiado por uno o más de los tantos mitos que se han construido en torno a las formas de propagación del COVID: La baja probabilidad de contagio en los niños (1) y, consecuentemente, la teoría en virtud de la cual las escuelas no son por tanto un espacio de propagación del virus (2).

Fue cuestión de tiempo para que la primera de las ideas erróneas se derrumbara y fuese descartada por la irrupción, en escenarios como el de Inglaterra y Canadá, para solo citar dos ejemplos, de una -por así llamarla- variación del virus, la  B1.1.7 (VUI-202012/01) que estadísticamente demostró tener la capacidad de infectar con mayor rapidez y por igual a niños, jóvenes y adultos.


El segundo de los mitos también acaba de ser derrumbado hace apenas unos días a través de las declaraciones otorgadas por el primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, quien reconoció que el análisis científico había llevado a ese gobierno a entender que las escuelas si eran uno de los principales focos de propagación del virus.


La revelación carecería de la trascendencia que en realidad si tiene, si se tratara de uno más de los casos en que los gobiernos reabren la actividad escolar y enfrentan casos de contagios como ha ocurrido ya en países como Israel e Italia tal y como en su momento lo han reseñado los medios de comunicación.


No obstante, en el caso de Bélgica hay circunstancias que resultan relevantes. Por ejemplo, este país europeo fue uno de los que asumió una rápida conducta de entrada frente a la declaración formal de la pandemia y el casi automático proceso o reacción preventiva de cierre de los colegios.


Bélgica, desde una concepción garantista del derecho a la educación de niños, niñas y adolescentes rápidamente procedió a la reapertura de las escuelas desde la convicción que la adopción de medidas de bioseguridad y testeos le iba a resultar posible detectar a tiempo amenazas y conjurarlas, partiendo desde la eficiencia de un muy buen sistema sanitario y desde la educación y disciplina social de sus ciudadanos.


No obstante, en un acto de evidente responsabilidad y compromiso con la salud y vida de sus gobernados, De Croo, no tuvo ningún reparo en admitir que el presupuesto desde el que habían tomado antes decisiones había sido rebasado y desvirtuado desde el análisis de casos, frente a lo que no tenía opción diferente a reconocer que la escuela si es un potencial foco o espacio de propagación del contagio.

Primer Ministro

En su alocución el primer ministro expresó ante los medios y en francés lo siguiente:


“l’analyse montre d’ailleurs que les écoles constituent aujourd’hui un des principal foyer de contamination. les enfants et les jeunes attrapé le virus souvent l’école rentrent à la maison et euh diffuse le virus à la maison. si les parents ne font pas du télétravail ils amènent le virus au lieu du travail et là il contamine les collègues”.


Tal declaración traducida al español expresa palabras más, palabras menos, lo siguiente:


“El análisis muestra que las escuelas son ahora una de las principales fuentes de contaminación. Los niños y los jóvenes a menudo contraen el virus en la escuela, van a casa y propagan el virus en casa. Si los padres no trabajan a distancia, traen el virus al lugar de trabajo e infectan a sus colegas allí”.


Por muchos intereses en juego, tal declaración no ha sido suficientemente difundida como tampoco el surgimiento de una nueva enfermedad asociada a niños que de manera asintomática han padecido COVID-19 denominada síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C) que se desarrolla de 4 a 6 semanas después de la infección del coronavirus y que de acuerdo al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) ha afectado a más de 2600 menores, mientras existen reporte de haber generado por lo menos 33 muertes.


Desde esta perspectiva y nueva evidencia resulta más que pertinente que se analice detenidamente la decisión de reabrir escuelas sobre e todo en países como Colombia dónde no se cuentan con las mismas condiciones y garantías sanitarias que en Europa y dónde la reapertura de escuelas y colegios podría convertirse en un problema más que se le escape de las manos a las autoridades y agrave la situación sanitaria del país.


Bélgica, cuya capital Bruselas es la sede de la Unión Europea, es territorio de una de las compañías productoras de vacunas contra el COVID-19 (Pfizer BioNTech) y son tales sus condiciones sanitarias, que las expectativas de vida de sus habitantes se sitúan en los 79 y los 84 años de acuerdo a la OMS.


Pero si en Alemania también se generan evidencias, En Estados Unidos también

Por: Alberto Ortiz Saldarriaga

Recibe Infomación de este medio en tu Correo
Artículo anteriorClases están en riesgo por amenazas a docentes
Artículo siguienteLas disidencias devolvieron a un profesor
@EstudiantilRed
César Asprilla Fundador y Director de la REEA, Magister en Gestión de las Tecnologías Educativas. Fans Page https://www.facebook.com/ceasmu1/ Contacto: +57 3006928728