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Recientemente, he sido testigo de la forma en que FOMAG, el Fondo de Prestaciones Sociales del Magisterio, maneja los casos de salud de los docentes, y lamentablemente, este proceso refleja una evidente falta de empatía y, en muchos casos, una clara humillación hacia quienes dedicamos nuestras vidas a la educación. Conozco de primera mano muchos casos similares al mío, lo que indica que esta situación es una problemática recurrente.

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REEA

Tras varios meses de espera para recibir atención de un especialista odontológico, finalmente logré, mediante una queja elevada a la Superintendencia de Salud, que se me asignara una cita que inicialmente era en Apartadó, pero cuando solicito al prestador escogido la cita, este argumenta no tener espacio (nadie quiere atender clientes de Fomag). Pasan los días y por fin me llamen hoy miércoles 6 de noviembre, que me atenderán en Medellín este viernes 8. La urgencia de esta atención era evidente y había estado buscando esta consulta durante mucho tiempo. Sin embargo, la notificación de la cita se realizó con apenas un día de antelación, lo cual es extremadamente corto para el viaje, pero por la necesidad urgente y la prolongada espera, finalmente acepté la cita debido a la importancia del tratamiento.

Viáticos limitados y trato inhumano

La situación se agrava cuando se habla de los viáticos asignados para este desplazamiento. Según FOMAG, se cubrirá únicamente el viaje de ida el jueves 8 de noviembre y el regreso el sábado 9. Sin embargo, lo más preocupante es que los viáticos de alimentación son sumamente restrictivos. En principio, solo cubrían la comida del día viernes, día de la cita, como si el sábado, día de regreso, no fuera necesario alimentarse. A pesar de mis reclamos sobre esta falta de apoyo básico, la respuesta fue negativa.

Alternativas insostenibles tras el reclamo

Al expresar mi inconformidad con esta falta de consideración, la respuesta de FOMAG fue todavía más impactante. En lugar de reconocer la necesidad de cubrir la estadía completa y brindar viáticos adecuados, su propuesta fue que regresara el mismo viernes después de la intervención odontológica, implicando un viaje de al menos 6 horas de retorno tras una intervención médica. Esto, además de ser inhumano, pone en riesgo mi salud y muestra la desconexión de FOMAG con las necesidades y condiciones de los docentes.

Una compensación de viáticos insuficiente y una falta de empatía evidente

Al final, optaron por ofrecer una opción “mejorada” en la que el alojamiento incluiría apenas dos comida el viernes más no para el sábado. Es incomprensible cómo una institución que maneja el bienestar de los docentes puede ser tan limitada en el apoyo para algo tan fundamental como la alimentación durante un viaje por razones médicas.

El desprecio hacia el magisterio

Este caso no es único y refleja un problema sistemático: FOMAG no muestra empatía con el magisterio, tratándonos con una tacañería y falta de respeto que resulta humillante. Mientras descuentan de nuestros salarios para el fondo, la atención que se recibe es mínima, desconsiderada y deshumanizante. Nos preguntamos, ¿es este el trato que los educadores merecemos tras años de dedicación? La respuesta es clara: el magisterio necesita que el servicio de salud que se le ofrece sea digno y adecuado, algo que en este momento FOMAG no está cumpliendo. Pero eso lo imponen como sea.

Ojalá realmente se cuidaran los recursos destinados a los maestros en esa entidad. Sin embargo, la realidad es diferente. Se malgastan grandes sumas de dinero en soluciones ineficientes, como el famoso sistema Horus, que resulta ser mucho más básico y funcional con una simple hoja de Excel. Este es solo un ejemplo de los muchos despilfarros que ocurren, mientras que cuando se trata de atender a los maestros, el bolsillo se aprieta.

¿Hasta cuándo vamos a soportar este trato humillante y el despilfarro de los recursos?

FECODE, como sindicato, debe ser enfático y firme: no puede seguir permitiendo que la Fiduprevisora ​​y FOMAG manejen nuestra salud con esta falta de respeto. No es momento para palmaditas suaves ni para promesas vacías. Ahora que se dice tener un «gobierno amigo», es tiempo de que se pongan soluciones concretas y urgentes sobre la mesa para el sistema de salud del magisterio. Y dejemos de repetir lo mismo de siempre «SABOTAJE» Porque, hasta el momento, no se ha visto ningún avance real en este tema (está peor), y ​​la salud de los educadores sigue en un laberinto sin salida. Pocos enriqueciendose,mientras que maestros y sus familias muriendo por la no atención.

La paciencia del magisterio tiene límites, y la indignación es cada vez mayor. Exigimos un cambio que ponga fin a este maltrato, que respete nuestra dedicación, y que dignifique nuestra labor.

«Las marchas de 24 o 48 horas no van a solucionar esto, @fecode, @Mineducacion, @petroGustavo, saben qué está pasando y dónde está el verdadero problema. Ya es hora de dejar de dilatar la situación y tomar acciones concretas.«

Si en el gobierno amigo esto no mejora, recarguemos marcadores y vámonos.

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@EstudiantilRed
César Asprilla Fundador y Director de la REEA, Magister en Gestión de las Tecnologías Educativas. Fans Page https://www.facebook.com/ceasmu1/ Contacto: +57 3006928728