Hay casos de docentes con enfermedades graves, como cáncer, que no están recibiendo los medicamentos necesarios para sus tratamientos.
“Hay maestros que están muriendo”, fue una de las consignas más impactantes durante el paro de 24 horas realizado en Armenia, Quindío, donde los educadores exigieron garantías para la prestación integral de los servicios de salud.
La movilización, organizada por el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación en el Quindío (Suteq), contó con una masiva participación. La marcha partió desde el parque Fundadores y culminó en la sede del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag), ubicada en el norte de la ciudad.
Jair Carmona, secretario de Asuntos Pedagógicos del Suteq, señaló que la situación crítica de los servicios de salud afecta gravemente a los docentes, responsabilizando a las autoridades nacionales y entidades encargadas. “La responsabilidad va desde el presidente de la República, Gustavo Petro, hasta los ministros de Salud, Educación y Trabajo, así como la Fiduprevisora y el Fomag. Todos tienen la obligación de garantizar un servicio de salud de calidad y oportuno”, afirmó.
Carmona advirtió que las deficiencias están poniendo en riesgo la vida de muchos maestros. “Hay casos de docentes con enfermedades graves, como cáncer, que no están recibiendo los medicamentos necesarios para sus tratamientos. Si no hay una pronta solución, esto podría costar vidas”, enfatizó.
Entre los afectados se encuentra Luis Germán Agudelo Camacho, docente de la institución educativa Jesús María Morales, en el corregimiento de La Virginia, Calarcá. Agudelo denunció que lleva meses sin recibir los medicamentos que necesita para tratar su condición de salud. “En las farmacias no hay disponibilidad de mis medicinas, lo que me obliga a comprarlas por mi cuenta. Esto no debería pasar, ya que son medicamentos de control indispensables para mi bienestar”, declaró.
La principal queja de los educadores se centra en la falta de entrega de medicamentos y la baja calidad en la atención médica. Según Carmona, esta problemática no solo afecta a los docentes del Quindío, sino a maestros de todo el país.
Los manifestantes pidieron al gobierno nacional y a las entidades competentes tomar medidas urgentes para garantizar la atención médica adecuada. “No podemos permitir que los maestros, quienes forman a las futuras generaciones, sigan siendo víctimas de un sistema de salud ineficiente”, concluyó Carmona.
La protesta evidencia la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta inmediata para evitar más afectaciones a la salud y la vida de los docentes.