El magisterio colombiano se prepara para un paro nacional de 24 horas este miércoles 30 de octubre, en medio de crecientes tensiones con el Gobierno Nacional por la crisis del sistema de salud que afecta a los docentes y sus familias, y por los cuestionamientos del presidente Gustavo Petro al llamado régimen especial que cobija a los maestros del país.
El video que circula en redes sociales inicia con unas palabras del presidente Gustavo Petro, pronunciadas durante un reciente consejo de ministros. En esa transmisión oficial, el mandatario expresó su desacuerdo con la existencia de los regímenes especiales dentro del Estado colombiano, señalando que incluso sectores de izquierda (tradicionalmente cercanos al sindicalismo), han defendido dichos privilegios.

“Suceden dos cosas con las que yo no he estado de acuerdo, incluso con mucha gente de la izquierda colombiana, muchísima, sobre todo la que gira alrededor del sindicalismo. Una de ellas es que existan regímenes especiales”, manifestó el presidente Petro.
Las voces sindicales
Tras las palabras del presidente, el video reúne las respuestas de una veintena de dirigentes sindicales del magisterio, pertenecientes a distintas regiones y organizaciones del país, quienes anuncian su participación en el paro y rechazan la idea de eliminar o modificar su régimen exceptuado.
“Soy dirigente de la ADE y voy a paro nacional este 30 de octubre”, dice uno de los voceros al iniciar la secuencia, marcando el tono de una protesta que busca visibilizar el malestar generalizado entre los maestros.
Desde ADEMACOR, ADEC, AECA, ADU Cesar, EDUCAR, SUTEP, SIMANA, ADEN y la CUD, los representantes sindicales reiteran que el magisterio no lucha por privilegios, sino por el respeto a derechos adquiridos y por un sistema de salud digno y eficiente, ante las graves deficiencias que (según denuncian), ha generado el nuevo modelo de contratación implementado por la Fiduprevisora.
“Defiendo nuestro régimen especial exceptuado”, señala una dirigente de ADEC.
“Responsabilizo al Gobierno Nacional de la crisis de la salud en el magisterio”, afirma un portavoz de ADU Cesar.
“Paro por un servicio de salud digno para todos los maestros”, agrega otro dirigente de AECA.
“Condeno los presuntos actos de corrupción del nuevo modelo de contratación”, sostiene un directivo de la CUD.
La diversidad de voces refleja un consenso entre las organizaciones sindicales del magisterio: el servicio de salud para los docentes está en crisis, y el nuevo esquema implementado por el Gobierno no ha logrado garantizar continuidad ni calidad.
Una protesta que trasciende el reclamo gremial
El paro del 30 de octubre, según sus promotores, no solo busca exigir correctivos en la salud, sino también reafirmar la autonomía sindical y la defensa de la Ley 91 de 1989, que estableció el régimen especial del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (FOMAG).
“Este es un paro de exigencias al gobierno de Gustavo Petro y a la Fiduprevisora para que se respete nuestro régimen especial exceptuado. Es claro que hasta ahora el nuevo modelo de contratación de salud es un fracaso”, señaló una representante de FICUDI durante el video.
El pronunciamiento colectivo cierra con una consigna que resume el sentimiento de unidad del sector educativo:
“¡Viva el paro nacional del magisterio! ¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!”.
Una tensión que crece
Desde el cambio de modelo de atención en salud para el magisterio, miles de docentes han reportado demoras en citas médicas, falta de medicamentos, y trabas en procedimientos especializados. A esto se suma la molestia por lo que consideran una falta de planeación e improvisación en la implementación del nuevo esquema, manejado por la Fiduprevisora bajo directrices del Gobierno Nacional.
El magisterio ha sido históricamente una de las bases sociales más cercanas a los sectores progresistas. Sin embargo, las recientes declaraciones de Petro abren una fractura simbólica con una parte del gremio que ha acompañado muchas de sus causas políticas.
El paro del 30 de octubre será, por tanto, una jornada de reivindicación y protesta, pero también una prueba de la relación entre el Gobierno y el movimiento sindical docente, que busca mantener viva la defensa de su régimen especial y exigir condiciones de salud dignas para los maestros del país.






