El acceso a los servicios de salud y la gestión de prestaciones económicas de los docentes en Santander atraviesa una situación crítica. La Secretaría de Educación Departamental ha manifestado su preocupación ante los múltiples inconvenientes que afectan a los educadores y sus beneficiarios, especialmente tras la finalización del contrato del soporte técnico de la plataforma Humano el 31 de diciembre de 2024. Esta interrupción ha generado un estancamiento en los trámites relacionados con cesantías y pensiones, dificultando la administración de estos derechos fundamentales.
Uno de los problemas más graves radica en la Red de Prestadores de Servicios de Salud, cuya cobertura es deficiente. En el Área Metropolitana de Bucaramanga, FAFOS es el único prestador disponible, lo que ha provocado retrasos en la asignación de citas médicas, en especial en áreas como nutrición, pediatría y ginecología. Asimismo, los tiempos de hospitalización y la disponibilidad de camas son insuficientes, poniendo en riesgo la salud de los docentes y sus familias. La entrega tardía de resultados médicos, que en algunos casos supera los nueve días, agrava aún más el panorama.
Ante esta crisis, algunos docentes de municipios como Barbosa han solicitado que se les permita recibir atención médica en ciudades como Tunja o Bogotá para evitar las largas esperas y la escasez de especialistas. Sin embargo, las restricciones actuales impiden una solución efectiva a corto plazo.
Otro de los desafíos que enfrenta el gremio educativo en materia de salud es la insuficiencia en la distribución de medicamentos. De los 87 municipios de Santander, solo 49 cuentan con puntos de dispensación, y en muchos casos, la disponibilidad de fármacos es limitada. Además, los trámites administrativos para autorizar medicamentos resultan complejos y generan costos adicionales, afectando especialmente a los docentes pensionados.
El problema se agrava con los retrasos en los pagos a los prestadores de servicios médicos, lo que ha llevado a algunos a suspender la atención a los docentes. Como consecuencia, se han reportado cancelaciones de citas médicas tras largos periodos de espera, lo que pone en riesgo la salud de los afectados. A esto se suma la incertidumbre en el ámbito de la medicina laboral, ya que los docentes deben acudir a médicos generales para obtener incapacidades temporales, lo que retrasa el acceso a los tratamientos necesarios.
Por otro lado, la suspensión del soporte técnico de la plataforma Humano ha impactado negativamente la gestión de prestaciones sociales. Desde el 1 de enero de 2025, el reconocimiento de cesantías y pensiones se ha visto afectado, generando demoras que han obligado a algunos docentes a recurrir a acciones legales para exigir el cumplimiento de sus derechos. La falta de comunicación con FOMAG y la ineficiencia del sistema han generado desconfianza y preocupación entre los educadores.
Ante este panorama, la Secretaría de Educación de Santander ha solicitado con urgencia la implementación de soluciones efectivas que permitan garantizar la estabilidad y el bienestar de los docentes y sus familias, reiterando la necesidad de mejorar la gestión administrativa y la cobertura en salud para este sector clave en la sociedad.
